Título: Lodeiro. La geometría inexacta
Artistas: Lodeiro
Tipo de obra: dibujo sobre papel y pintura sobre lienzo
Comisariado: Javier Pérez Buján
Inauguración: jueves, 30 de septiembre de 2021, de 18 a 21h
Debido a la actual situación sanitaria, la inauguración consistirá en la apertura de la exposición para visita a la misma siguiendo la normativa vigente de las autoridades sanitarias y de la Administración pública.
Clausura: domingo, 16 de enero de 2022
Lugar: Fundación Laxeiro. Rúa Policarpo Sanz, 15, 31, Vigo
Lodeiro. La Geometría Inexacta se articula en torno a tres lienzos de 1976 y 1979 que el pintor tituló con los números: 2, 3 y 4, dándoles así un tratamiento serial, como serial también parece el tema y el motivo, compuesto, en los tres casos por retículas regulares y uniformes repetidas secuencialmente a lo largo de la superficie pictórica, con ricas variaciones cromáticas que les dan un ritmo intenso.
A partir de estas tres piezas, se exponen un total de quince dibujos, en su mayoría, realizados con rotuladores y casi todos sin fecha, salvo tres, datados en 1971, en los que la retícula no es el motivo principal. Son los únicos que están realizadas con técnica mixta.
Destaca un segundo grupo de cuatro piezas, en el que varía el motivo geométrico. Se trata de cuatro dibujos muy interesantes que componen un ensayo sobre otras posibilidades de la abstracción geométrica, con una cadencia bien lograda en el ritmo de la mirada, mediante el uso de círculos, semicírculos, paralelepípedos y diagonales.
El resto, ocho obras en total, son dibujos realizados con rotulador sobre cartón, sin duda, de su etapa mexicana, variaciones del mismo tema que retoman la composición reticular realizada a modo de mosaico, de los lienzos mencionados, con innumerables variaciones cromáticas que, en su conjunto, forman un riguroso trabajo de investigación sobre las relaciones entre el cromatismo y las formas cuadradas, rectangulares y triangulares, contenidas unas dentro de las otras.
Esta obsesión de Lodeiro por la geometría bidimensional y fuertemente racionalizada en su concepción, contrasta con el proceso manual, en el que el artista descarta el uso de recursos como plantillas, reglas y otros elementos utilizados en el dibujo técnico, para componerlos a mano alzada, como un gesto de autoafirmación por encima de la lógica del procedimiento dibujístico.
La geometría inexactase propone así como una aproximación formalmente más radical y definitoria del pensamiento de Lodeiro que, más allá de las cronologías y concepciones evolutivas, revela el origen de su estética, basada en una concepción geométrica de la composición que está presente, incluso en su producción figurativa.
La utilización del color es otro elemento que caracteriza toda la obra de Lodeiro, y en estos estudios geométricos se puede ver cómo el pintor investigó las infinitas combinaciones, y logró múltiples armonías cromáticas que, en la mayoría de los casos, partían de los colores primarios, hasta terminar en gradaciones y contrastes que supo utilizar como elementos comunicativos con los que transmitir estados de ánimo.
Dibujo y mancha confluyen en Lodeiro siempre ligados entre sí, al servicio de un objetivo final de coherencia compositiva con el que nos habla de una sensibilidad personal que identifica inequívocamente su obra.
EL ARTISTA
Pintor vigués por excelencia, de origen obrero, carácter independiente y formación autodidacta, Lodeiro ha producido una obra de marcada personalidad y de indiscutible modernidad desde sus inicios, a principios de los años sesenta.
No deja de sorprender que el pintor hubiera iniciado una carrera tan interesante sin una formación, ya no artística, sino académica. Su inteligencia, sensibilidad y voluntad de trabajo, junto con una personalidad singular, de carácter fuerte y celoso de su libertad, hicieron posible la creación de una obra que no se parecía a nada de lo que se estaba haciendo en su contexto, ni geográfico ni temporal. y sin embargo, visto desde de ahora, reúne características de movimientos internacionales como el op art, la abstracción geométrica, la figuración onírica o ciertos rasgos del pop, sin olvidar las conexiones con algunos movimientos de las vanguardias históricas como el suprematismo o el arte cinético.
Por todo ello, no es de extrañar que pronto fuera admirado y reconocido por intelectuales y artistas como el propio Laxeiro, Cunqueiro, Blanco Amor, Méndez Ferrín, o el Grupo Atlántica, que lo reivindicaba como figura clave de la pintura gallega en el inicio de los años ochenta.
La peculiaridad de su trabajo comienza con los procesos y técnicas que utiliza, en ocasiones podríamos decir que inventados por él, como el uso de piedra blanda como aglutinante con la que aplicar el óleo y así lograr texturas y gamas de colores de forma artesanal, a la manera de los pintores clásicos. O su obsesión por la gradación progresiva, casi infinita de un color concreto, para lograr hermosas profundidades de campo basadas en colores planos y texturados.
Lodeiro, como una especie de Henri Rousseau local, innovó desde la individualidad más fuerte basada en una gran voluntad y búsqueda constante, partiendo siempre de un conocimiento profundo de su propia esencia, lo que le ayudó a no falsear nunca su obra, ni cuando en sus numerosos Viajes (Francia, Suiza, México, Argentina …) conoció otras formas de hacer las cosas, otras estéticas, a las que era permeable, pero siempre fiel a sí mismo.
Esta independencia es quizás también la causa de un cierto olvido institucional, incluso por parte de la academia y la crítica que, a lo largo de los años, se ha vuelto cada vez más incomprensible, y más necesaria la reivindicación de su figura como uno de los nombres fundamentales del arte gallego de las últimas décadas del siglo XX.
