Título: Laxeiro sobre papel
Comisario: Javier Pérez Buján
Obra de: José Otero Abeledo, Laxeiro (1908-1996)
Tipo de obra: dibujo sobre papel
Número de obras: cuarenta y cinco
Fecha de Inauguración: miércoles, 13 de diciembre
Fecha de clausura: domingo, 4 de febrero
Compuesta por un total de cuarenta y cinco obras, la exposición se centra en los períodos de su juventud, incluyendo obras de los años treinta y cuarenta, principalmente, con piezas que datan de los años cincuenta.
En esta secuencia temporal, se puede apreciar la evolución del artista, desde el dibujo de línea limpia – en la que se evidencia la influencia del dibujo modernista que tanto había empleado Castelao – hasta lo que se llamó estética granítica, una forma de pintar y dibujar propia de Los renovadores, una vez liberados de la influencia del Modernismo, y acaba con dibujos, ya de finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta, de clara factura gestual, dentro de los códigos del Expresionismo.
Así, están incluidos dos curiosos dibujos, pertenecientes al período de formación del artista en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, en 1931 e 1932. Se trata de dos estudios anatómicos, uno femenino y otro masculino, en los que combina el tratamiento de volúmenes con la distribución parcial de partes óseas. Ambos dibujos son documentos de extraordinaria relevancia para acercarnos al Laxeiro aprendiz, a pesar de que por esos años poseía ya una estética propia bien definida, como lo demuestran obras como Carnavalada de 1931, perteneciente a la Colección permanente de la Fundación Laxeiro / Ayuntamiento de Vigo, uno de los primeros cuadros expresionistas del arte gallego.
En la exposición se pueden ver otras curiosidades, como un niño descalzo, datado en 1931, una hermosa pieza que está a medio camino entre el estudio académico y el retrato costumbrista, evidenciando ya una singular mirada del artista.
Llaman la atención, por lo atípico de la temática, algunas piezas de carácter urbano, como es el caso de Guindastre no porto de Vigo, Paisaxe industrial, Paisaxe urbana con depósito de auga, o Edificio derrubado, todas datadas en torno a 1941, año en el que Laxeiro se instala en Vigo. Este pequeño conjunto de dibujos alejados de la temática rural, tan frecuente en la obra de Laxeiro, además de hablarnos de un artista que pinta todo lo que ve en su entorno cotidiano, con una mirada abierta, son un testimonio de los pocos paisajes, casi siempre sin figuras, pintados por el artista. Vigo resultó una ciudad llena de estímulos para él y deja numerosos dibujos que lo atestiguan. En esta muestra podemos ver escenas de mercado y también escenas de puerto, muy poco frecuentes en un artista de la tierra – y no del mar – como era Laxeiro.
El género retratístico es de crucial importancia en Laxeiro, tanto que le valdría como medio de subsistencia a su llegada a Vigo en 1941. en la exposición hay varios ejemplos de su maestría en esta faceta, ejemplos que van de las influencias marcadamente modernistas de trazo claro y limpio, como es el caso de Retrato de home con garabata, datado en la década de los años treinta, con un dibujo nítido y conciso, una factura con la que también realiza una hermosa maternidad de una madre joven y urbana, sentada en una banqueta con su criatura en el regazo, pero la muestra también incluye retratos realizados con el lenguaje granítico, al que ya se hizo referencia más arriba, como es el caso de Retrato de 1945, un rostro de una joven de facciones rotundas, realizado a carbón con una técnica de difuminado que resalta los volúmenes con gran acierto.
No quisimos dejar de incluir también en la exposición, algunos ejemplos de escenas de café y de taberna, estudios de detalles concretos, como es el caso de un delicioso apunte, datado de los años cuarenta que recrea una mujer durmiendo y, por supuesto, el mundo infantil, tan importante en su narrativa, está recogido aquí también en varias piezas de la década de los años treinta.
Laxeiro sobre papel se presenta así como una galería de personajes, escenas y paisajes que describe el proceso creativo de un pintor que fue evolucionando a lo largo del siglo XX, dejando constancia en sus dibujos de esa atmósfera de la primera mitad del siglo pasado, en la que la modernidad en la pintura y en el dibujo, era afirmada desde un punto de vista formal, con un tratamiento nuevo de las formas, los encuadres y los volúmenes, y desde un punto de vista narrativo, plasmando escenas y motivos con una actitud en la el costumbrismo idealizado es superado por una forma más radical de plasmar lo visible.
