06.09.2006 – 08.10.2006
Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA)
Comisario: Javier Pérez Buján
Produce
Fundación Laxeiro
Patrocina
Consellería de Cultura e Deporte, Xunta de Galicia
Repsol YPF
Fundación Caixa Galicia
Iberia, Líneas aéreas de España
1. Buscando cosas, dibujos y bocetos
El primer capítulo se centra en su obra dibujística. Con el título «Buscando cosas, dibujos y bocetos» se pueden ver una veintena de bocetos realizados sobre papel que, presentados sin marco, dentro de una vitrina, nos acercan al aspecto procesual del artista, que siempre practicó el dibujo de una forma casi compulsiva, como herramienta de pensamiento, tanto en la resolución de diferentes problemas técnicos como para la realización de obra mayor, como en la captación de escenas y personajes a modo de instantáneas. Se puede ver en esta serie la extraordinaria vitalidad de su trazo, la frescura y rapidez con la que atacaba el papel en blanco, como resultado de toda una vida dibujando, de tal forma que su mano, realmente trabajaba a la misma velocidad que sus ojos y su cabeza, en un rapadísimo proceso que consigue una expresividad totalmente espontánea y directa y que le posibilitan dominar géneros como el retrato y técnicas como la sanguina, la tinta o la aguada.
2. Galicia en la memoria, últimos momentos de la Estética granítica
La segunda parte, titulada «Galicia en la memoria, últimos momentos de la Estética granítica», es un interesante ejemplo del estilo que practicó durante las décadas de los años treinta y cuarenta, en las que, junto a sus compañeros de generación, supo sintetizar la tradición cultural del imaginario colectivo rural gallego, con un tratamiento formal y argumental de claros rasgos contemporáneos. Conscente de la pobre tradición pictórica gallega, Laxeiro tuvo la habilidad de buscar sus modelos en los canteros y escultores medievales y combinar este bagaje con las riquísimas historias mágico-paganas de la tradición oral, sin olvidar el universo literario del esperpento valle-inclanesco y la obra de Álvaro Cunqueiro, llegando así a resultados que coincidían con movimientos plásticos del momento, como las nuevas figuraciones que surgieron en Europa, como reacción a las vanguardias más analíticas.
Articulado a partir de dos piezas protagonistas, como son «La dama del abanico», propiedad del Museo Nacional de Bellas Artes y «Cuento de niños», propiedad del Centro gallego en Buenos Aires. Este capítulo contiene algún ejemplo del género retratístico y numerosas escenas populares que, al igual que el citado «Cuento de niños», se desarrollan entre la fantasía y la realidad.
3. Nuevos ámbitos, nuevos lenguajes, apertura hacia el Informalismo
En el tercer capítulo, el titulado «Nuevos ámbitos, nuevos lenguajes, apertura hacia el Informalismo» la exposición da un giro importante, descubriéndonos al Laxeiro más experimental. Como obra principal, se puede ver el magnífico «La ciudad sumergida» perteneciente a los fondos del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA), en el que están presentes todas las constantes del Laxeiro informalista: colores planos y primarios, composición bidimensional, una cierta geometría orgánica y un mayor protagonismo de la mancha, con momentos que rozan la abstracción pura, aunque siempre con una cierto anclaje figurativo. Es en este capítulo donde se puede apreciar de forma más evidente la gran influencia que tuvo la ciudad de Buenos Aires en la evolución de su pensamiento estético, lo cual, siempre dentro de los parámetros gestuales y expresionistas, encontró en el Informalismo un campo de cultivo natural para la expresión de sus inquietudes estéticas.
4. Memorabilia
La exposición se cierra con un apartado de memorabilia y documentación en el que se deja constancia de la intensa vida artística y social que Laxeiro llevó a cabo en Buenos Aires. Afiches de exposiciones, ilustraciones de libros, participación en conferencias, etc., documentan la inmersión de este gallego en la vida cultural bonaerense, llegando a ser Vicepresidente de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos, a principios de los años Sesenta. Moviéndose siempre a caballo entre la intelectualidad gallega en el exilio (Isaac Díaz Pardo, Blanco Amor, Luís Seoane, etc.) y el colectivo de artistas argentinos como Pujía, Carlos Alonso, Leopoldo Presas, y tantos otros que aún hoy le recuerdan con afecto de amigos o admiración de discípulos.
La exposición se completa con un cuidado catálogo con textos de Xosé Neira Vilas, escritor y amigo del artista, Javier Pérez Buján, comisario de la muestra, Carlos García Suárez, nieto del pintor y una interesante entrevista realizada a Isaac Díaz Pardo quien relata la peripecia argentina de Laxeiro y su participación activa en los proyectos de la intelectualidad gallega en el Exilio.
Un interés añadido de la muestra es que gran parte de las obras que la forman, son piezas inéditas para el público, ya que provienen de colecciones paticulares que nunca antes habían sido exhibidas ni catalogadas.
La exposición registró un total de 60.000 visitantes.