La Fundación Laxeiro inaugura la primera exposición individual en España de Elena Lapeña (Madrid, 1964) que, con el título Corintia, muestra su trabajo fotográfico más reciente.
EL PROYECTO
Este proyecto arranca de una reflexión sobre lo natural y lo artificial que, a lo largo de la historia, se solapa como dos aspectos complementarios que conforman el entorno en el que habitamos. Corintia invita a la reflexión sobre las estructuras simples de la naturaleza, a la vez que ofrece también una reflexión sobre las estructuras constructivas realizadas por el ser humano.
Como la misma autora afirma en el catálogo de la exposición:
Esta colección intenta describir formas primigenias del arte creadas por la naturaleza, en un viaje del revés o de retorno, natura artem fingit; (…). Formas realizadas con la ley del mínimo esfuerzo, simplicidad, geometría, sencillez y profusión de detalles, renacimiento y barroco[1].
Es a partir de este bucle sin principio ni fin, como la artista comienza a trabajar en la serie fotográfica que ahora muestra, reunida bajo el título Corintia, en la Fundación Laxeiro, después de haber sido expuesta en 2012, en los Open atelliers de Westelijke, Eilanden, en Amsterdam.
El propio título de la exposición, Corintia, es una llamada a toda la tradición artística occidental que, desde la antigüedad, frecuentemente busca en la naturaleza los modelos arquetípicos de la belleza. El número áureo, formulado ya por Euclides hace 2.300 años, existente en ciertas formas naturales, se instaura, ya en la Grecia clásica, como uno de los patrones de belleza universales.
El montaje ha sido resuelto disponiendo las fotografías, impresas sobre papel, en los paños del espacio expositivo, sin marco, directamente colgadas sobre la pared, acentuando así la delicadeza de las imágenes que se nos presentan como flores y plantas muy ampliadas, con respecto a su tamaño real, en una visión de conjunto en la que contrasta la rotundidad de cada imagen, con la ligereza del soporte y su forma de ser mostradas.
LA OBRA
La visión constructiva de la realidad y la autogeneración de estructuras naturales encuentra en las plantas una belleza espontánea, sencilla y, al tiempo, sofisticada. Una belleza en la que lo accesorio no tiene cabida, a pesar de lo caprichoso que a veces parece el resultado.
Se da en estas formas un encuentro entre belleza y necesidad que el hombre ha imitado a lo largo de la historia del arte y que la artista propone a la inversa, como una imitación que la naturaleza hace del arte. Un juego conceptual que tiene que ver con una idealización de la naturaleza a través de la geometría, un rescate del caos natural mediante el aislamiento de cada uno de los motivos de sus fotografías, siguiendo las pautas que los artistas del Renacimiento utilizaron para imitar la naturaleza.
Contemplando esta obra, es inevitable recordar al artista alemán Karl Blossfeldt que, en su libro titulado Las formas originales del arte, publicado en 1928, capturaba fotográficamente imágenes de motivos vegetales para explicar a sus alumnos ciertas estructuras básicas empleadas en el arte y el diseño. Una publicación que pronto trascendió el ámbito académico para convertirse en una referencia indiscutible de la estética contemporánea.
Elena Lapeña recoge este testigo, ahora con una intención totalmente artística, y nos propone una mirada lenta, pausada, una mirada contemplativa, no exenta de melancolía y llena de poesía, que concilia de forma magistral esa oposición entre arte y naturaleza, mediante recursos totalmente racionales, como la búsqueda de la simetría o la tensión compositivas, el aislamiento del motivo, mediante la utilización de fondos planos y la captación frontal de la imagen, para destacar elementos que tienen más que ver con el mundo de las ideas, como el pensamiento matemático, que con el aparente caos de la naturaleza.
Conecta así con una tradición fotográfica que, desde Man Ray, atraviesa todo el siglo XX, consistente en la captación de las formas puras en elementos de la realidad, como bodegones y anatomías que ella, al igual que Robert Mapplethorpe en los años ochenta, lleva al mundo botánico. Conocedora de los hallazgos de autores como John Ruskin que, en su bellísimo libro titulado Las piedras de Venecia, publicado en 1853, hace una reflexión sobre la relación entre la naturaleza y la arquitectura, Elena Lapeña captura la belleza de las plantas para ponerla al servicio del pensamiento.
El resultado no puede ser más afortunado. La presentación de flores y plantas que a menudo nos encontramos en nuestro entorno, adquieren en estas fotografías de Elena Lapeña una nueva entidad. La ampliación y el aislamiento nos posibilitan una contemplación nueva, un redescubrimiento de lo ya visto, que, sin duda, enriquece nuestra experiencia contemplativa.
LA ARTISTA
Artista polifacética, Elena Lapeña utiliza técnicas y lenguajes diversos para cada uno de sus proyectos. Pintura, vídeo, instalación y fotografía se van combinando así en su producción artística, siempre al servicio de una forma de entender el mundo a medio camino entre la realidad y la ficción.
Su relación con la realidad hay que entenderla, por tanto, desde una mirada poética que nos descubre lo enigmático en aquellos aspectos de nuestra cotidianidad que frecuentemente pasan desapercibidos para la mayoría de nosotros. Es capaz de mostrarnos caminos de evasión en lo, aparentemente más insignificante de nuestro entorno. Intersticios de fuga que van conformando una visión poliédrica de las cosas, frecuentemente mucho más complejas de lo que aparentemente parecen. Trasciende así la mirada superficial, rápida y simplificadora con la que nuestro cerebro debe operar para desenvolvernos con éxito y eficacia en el mundo material y nos descubre otros caminos, quizás menos prácticos, pero, indiscutiblemente mucho más ricos.
Viajera incansable, Elena Lapeña recoge objetos y experiencias en sus múltiples periplos: Alemania, Bulgaria, Gran Bretaña, Holanda, Serbia, Turquía, Canadá, Cuba, Chile, Colombia, Venezuela o Vietnam, son algunos de sus destinos de viaje, en los que la artista recopila objetos cargados de significado y experiencias que sabe procesar e incluir en su trabajo artístico sin referencias explícitas a los lugares, pero llenos de la carga emotiva y vivencial que estos viajes le proporcionan.
Esta mirada poética, que a veces puede rayar en un cierto realismo mágico, se manifiesta en toda su producción, desde su obra pictórica, en trabajos como sobre el aire que se mostró en La Habana en 1998, o el calor de un cuadro en el bolsillo, de 2004, como en sus piezas audiovisuales, como Ice Ver, mostrada en 1998 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, o La taza de té está escondida en el ciprés, que se pudo ver en el Australian Video Festival, en 1989 y, por supuesto en su obra fotográfica anterior a Corintia, como la serie, Equilibristas, mostrada en Vigo, en la Galería Abel Lepina, en 1999. Merece una especial atención la obra titulada Aire de esfinge, expuesta en 2011 en la Sala X de Pontevedra, una instalación interactiva que, en tono lúdico proponía un viaje en el tiempo, mediante un ingenioso y complejo mecanismo mecánico – óptico con el que desplegaba de forma brillante, todo su potencial creativo.
TRAYECTORIA
Artista, investigadora y profesora de dibujo en la Facultad de Bellas artes de la Universidad de Vigo. Doctora en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid con la tesis El temperamento melancólico (1994). Es autora de artículos como Patinando en un rasguño (2012), Del faro a la ventana (2007), Del espejo de Claude Lorrain a otros extensores sensoriales (2006), Una pala de nieve o el calor de un cuadro en el bolsillo (2004).
Exposiciones individuales
Corintia. Fundación Laxeiro, Vigo, 2013.
Corintia, Bickerswerf 43, Open Ateliers, Westelijke Eilanden, Ámsterdam, 2012.
Colección de plantas, INCUDEF, Casa de las 100 ventanas, Coro, Venezuela, 2009.
Sellos botánicos, Casa de la Poesía del Estado de Falcón, Coro, Venezuela, 2009.
Dibujo siempre, Casa de las Tradiciones, Santiago de Cuba, 2001.
Equilibristas, Galeria Oriente, Santiago de Cuba, 1999.
Sobre el aire, Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño, La Habana, 1998.
Exposiciones colectivas
22 PMR, Centro Torrente Ballester, Ferrol, España, 2012.
Miniaturas, Académie Royale des Beaux Arts, Liège, Francia, 2011.
Gallerie de la Faculté F.L.U., Belgrado, Serbia, 2011.
Facultade de Artes Visuais, P.U.C. de Campinas, Brasil, 2011.
Université de Québec, Pabellón Benjamin-Suite, Tríos_Riviéres, Canadá, 2011.
Aire de Esfinge, Sala X, Pontevedra, 2011.
Feria Internacional de Gráfica Contemporánea Estampa 06, Madrid, 2006.
Galería Borrón, Cambados, Pontevedra, 2005.
Arte en Pontevedra, Pazo de Congresos, Pontevedra, 2004.
Clónicas, Casa das Artes, Vigo, 2004 .
XII Bienal Internacional de Arte Vila Nova de Cerveira, Portugal, 2003.
Provisión de desvelos y vigilias, Pazo da Cultura, Pontevedra 2002.
TR3S, Galería Abel Lepina, Vigo, 1999.
Träume aus der feuchten Erde, Kulturmodell, Passau, Alemania, 1997.
Mare tenebrarum, Casa de Cultura, Zamora, 1996.
9 with something, Edinburgh College of Art, Edimburgo, Escocia, 1995.
Antiguo “Museo Español de Arte Contemporáneo”, Madrid, 1993.
La taza de té está escondida en el ciprés, The Australian Video Festival, Australia, 1989.
Ice-Ver, Círculo de Bellas Artes, Madrid, 1989.
Bienal de Escuelas de Arte, Amberes, Bélgica, 1989.
Giralunas, Video Arco 88, Madrid, 1988.
La casa del reloj, Madrid, 1988.
Circuitos de artes plásticas y fotografía, C. R. C. Comunidad de Madrid, 1988 (itinerante)
Un espacio rectificado como una raya de tiza, C. Cultural El Foro, Pozuelo de Alarcón, Madrid, 1988.
Première Biennale des écoles d’Art d’Europe, Toulouse, Francia. 1987.
Museo de Salamanca, Patio de Escuelas, Salamanca, 1986
Museo de Salamanca, Patio de Escuelas, Salamanca, 1986
CATÁLOGO
La exposición se completa con la cuidada edición de un catálogo que recoge la totalidad de la serie Corintia y se acompaña de textos de la propia artista, y de las autoras Giulia Caneva y Linnea Scardanelli, quienes analizan el trabajo de Elena Lapeña desde diferentes ángulos.
El catálogo está editado en castellano, gallego, italiano e inglés y supone para Elena Lapeña, la culminación del proceso de creación de esta serie de obras fotográficas, cuyo origen comenzó a gestarse en 2010, recogiendo por un lado, líneas de investigación ya latentes en trabajos anteriores y plasmando nuevas perspectivas que conforman parte de las inquietudes actuales de la artista.
Catacterísticas:
Textos: Elena Lapña, Giulia Caneva, Linnea Scardanelli
Idiomas: castellano, gallego, italiano, inglés
Reproducciones: 25 fotografías a todo color
Nº de páginas: 56
Encuadernación: Rústica
Tirada: 500 ejemplares
Edición: Fundación Laxeiro
ISBN: ISBN: 978-84-935616-9-7
Depósito Leg al: VG-792-2013
PROGRAMACIÓN DE LA FUNDACIÓN LAXEIRO
Con esta exposición, la Fundación Laxeiro cierra el año 2013. Un año en el que, a pesar de la complicada situación económica, la Fundación Laxeiro ha sido capaz de llevar adelante con éxito, una completa oferta de actividades.
Con un presupuesto bruto de 136.000 euros, al que contribuyeron el Ayuntamiento de Vigo con un 63%, la Xunta de Galicia, con un 20%, la Diputación de Pontevedra, con un 10%, Industrias Proa con un 2% y los amigos de la Fundación Laxeiro con algo más de un 5%, participaron en las actividades de la Fundación Laxeiro que, en su conjunto fueron gratuitas, un total de 15.000 usuarios.
Las actividades llevadas a cabo, consistieron en:
Exposiciones temporales, una combinación, como es habitual, de propuestas que abordaron diferentes aspectos de la Vanguardia Histórica, como este año fue el caso de la exposición titulada Colmeiro, dibujos de juventud (una exposición que mostró los inicios del proyecto programático de Manuel Colmeiro), con proyectos que tienen que ver con el arte contemporáneo en Galicia, como fue el caso de Mesa de trabajo, ensamblaje y collage en Galicia, la segunda entrega del Ciclo Panorama, y que, a través de la obra de quince artistas, ofreció un repaso a la creación que se hace en Galicia a partir de las técnicas del ensamblaje y el collage. La Fundación Laxeiro continuó también
con su colaboración con la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra, materializándose en 2013, en la exposición individual titulada Espiñas coroadas del artista Lito Portela y siguió, por tercer año consecutivo, profundizando en su programa de intercambio de artistas gallegos y valencianos, dentro del Ciclo Entre mares, realizado en colaboración con Collblanc, espai d’art de Castellón, con la exposición titulada Trabajos verticales, del escultor valenciano de origen gallego, Juan Ortí, y la exposición celebrada en Collblanc titulada De lo social y lo personal que mostró la obra más reciente del gallego Tono Carbajo.
Investigación, Además, hubo espacio en la Fundación Laxeiro para la investigación, continuando con el servicio permanente de catalogación y expertización de obra de Laxeiro;
La reflexión tuvo también su espacio en este 2013, con la exitosa organización de las Jornadas tituladas ¿El arte tiene género?, dirigidas por la experta en cuestiones de género Dolores Ruiz, realizadas en colaboración con la Unidad de Igualdad de la Universidad de Vigo.
Divulgación, con las actividades didácticas que, con el título genérico Conoce a Laxeiro, acercó a la Colección permanente a un total de 2.500 escolares de todos los niveles educativos y que, en este 2013, cumplió su décima edición.
Dentro de este apartado de divulgación, no podemos dejar de mencionar la labor llevada a cabo con el grupo de voluntariado cultural de la Fundación Laxeiro que, en colaboración con la Oficina Municipal de Voluntariado, llevó a cabo diversas visitas guiadas a la Colección permanente y a las exposiciones temporales, además de acercarse al estudio de alguno de los artistas participantes en las exposiciones programadas.
No podemos dejar de mencionar también la concesión del Premio Laxeiro que, en su décima edición, fue otorgado, por unanimidad del Patronato, al artista Jorge Castillo (Pontevedra, 1933)