04.03.2005 – 15.05.2005
Bolsa Fundación Laxeiro 2004
Sala B. Fundación Laxeiro
Comisario Javier Pérez Buján
Como ganador de la Primera edición de las Bolsas Fundación Laxeiro a la creación artística, el artista Antón Cabaleiro (Santiago de Compostela, 1977) expuso en la Fundación Laxeiro de Vigo su proyecto titulado “Coexistencias pacíficas”. Esta es una propuesta que valiéndose de soportes fotográficos, dibujos digitalizados y la proyección de un vídeo, nos habla de su preocupación por la relación del individuo contemporáneo con el mundo de la información, haciendo especial hincapié, en los medios de comunicación de masas. El autor toma el título prestado de la Guerra Fría, en la que se llamó así al equilibrio mundial entre las dos superpotencias (USA y la URSS), propiciado por la amenaza nuclear. Como nos dice el propio autor, esta expresión alude más a un período de represión provocado por el miedo nuclear, que a un verdadero estado de paz. Esta idea le sirve a Cabaleiro para establecer paralelismos con la relación entre el hombre contemporáneo y el mundo de los mass media, siendo percibido por él como una relación perversa en la que la información es sólo un espejismo para consumar en realidad un estado de control de la población y una permanente alienación del individuo que se encuentra así, subyugado por el “continum” informativo en el que la representación de la realidad parece sustituirla.
TÁCTICAS DEL SALCHICHÓN
La exposición está estructurada en dos series, la que denomina “Tácticas del salchichón”, un tipo de estrategia que consiste en apoderarse de partes de un todo, para hacerse con el dominio general desde lo parcial (otra vez utiliza la terminología de la guerra fría). Esta serie es una reflexión sobre la especialización, a veces excesiva, en el mundo laboral, lo que, segun el autor, nos lleva a dedicar demasiado tiempo de nuestras vidas al desarrollo de tareas excesivamente concretas que nos hacen perder el control sobre la totalidad de los procesos. El autor utiliza para ilustrar esta idea, una serie de ocho fotografías digitalizadas en las que, en cada una de ellas, se puede ver a un personaje relacionado con su trabajo, mediante retratos fotográficos con un tratamiento digitalizado en el que el autor relaciona al personaje con su actividad laboral y lo enmarca en medio del vacío. Con una estética pretendidamente publicitaria, Cabaleiro utiliza aquí la retórica del lenguaje comercial, para denunciar esa especie de condena al aislamiento mediante el ejercicio de profesiones especializadas.
POLARIS La segunda serie, denominada “Polaris”, consiste en 10 de dibujos digitalizados y un video en los que se puede ver un personaje, femenino o masculino, según cada caso, que, desnudos sobre un fondo blanco, sin referencialidad espacial alguna, se contorsionan en diversas posturas imposibles para conseguir adaptarse a una serie de coordenadas arbitrarias de medidas espaciales. En palabras del autor: “se estiran y encogen tratando de conseguir las `medidas perfectas´, proporciones ajenas a ellos, que les fueron impuestas, y que los constriñen”. Los dibujos digitalizados están tratados en un espacio blanco no referencial, un “no lugar” que al artista le interesa para resaltar esa sensación de desubicación del hombre contemporáneo. El vídeo es una traslación de estas imágenes a soporte audiovisual, (basado en los programas de transición entre imágenes), en el que unas figuras se transforman en otras por medio de la periódica independización de las líneas de sus funciones representativas y su traslación en el espacio blanco.
